dimarts, 24 de novembre del 2009

Hoy vamos de subasta en Moncofa.

Dentro del horario escolar, nos desplazamos a la población de Moncofa, al Polígono Casablanca, en donde se celebra la subasta de maquinaria a nivel internacional que realiza la empresa Canadiense Ritchie Bros Auctioneers.

Ya desde el puente del tren podemos ver la gran extensión de terreno que ocupa dicha empresa, unos 120.000m2 de ellos 30.000, para la exposición de la maquinaria, 41.ooo, destinado para los postores y unos 49.000 m2 para aparcamiento de vehículos, ya que se estima una asistencia de superior a los 1.000 postores y unos 3.000 visitantes.
El volumen de venta en esta ocasión del 19/20 y 21 de noviembre de 2009 se espera alcanzar entre los 20 y 30 millones de euros, siendo solo un 25% de los clientes empresarios españoles que vienen a buscar los artículos con buenos precios, el resto un 75% son de empresas internacionales, ya que vienen de todas las partes del mundo (de más de 50 paises) a encontrar en Moncofa la ocasión para adquirir el vehículo industrial, maquinaria, gruas, vehículos forestales o agrícolas, retroescavadoreas, o aquellos artículos más inverosímiles, que las empresas españolas han aportado a ésta subasta para ser vendidos y adquiridos a muy buenos precios.
Por las normas de la empresa ningun vendedor puede pujar por sus propios artículos, en el caso de una bajada considerable del precio de salida, por lo tanto hay una venta sin reserva, sabiendo todos que los artículos se vende en un mercado muncial y alcanzan el precio de mercado justo.
Es curioso la forma en que se venden los diferentes lotes, en éste caso según nos consta han sido alrededor de 1.500, cada artículo expuesto para su venta tiene un número asignado, y hay dos lugares ubicados para su venta.
Primeramente se vende en la carpa donde los postores se encuentran comodamente sentados, viendo pasar los diferentes vehículos, por un camino realizado al efecto, al fondo un gran panel con la marca de la empresa Ritchie Bros, y delante de ellos y enfrente a los postores los profesionales de la empresa, a su lado unos panes que van indicando en la situación que se encuentra la subasta, el lote y el justo precio en cada momento, el “espiquer” con un inglés del mil por hora, va indicando casi cantando con un tono muy particular y seguro, el precio que tiene.
Al principio hay precio de salida y si no puja nadie por él, va bajando hasta que alguien levanta la mano por estar interesado, en ese preciso momento, la puja va subiendo, en algunas ocasiones parece que se equivoque el espiquer y dice algunas frases en castellano, pero sigue y sigue subiendo, hasta que nadie puja más y en ese instante, se le adjudica al último postor, pero hay que observar a los operarios especializados en observar a sus clientes, con un sin fin de gestos tanto con las manos, con sus miradas, en la forma de moverse, todo sirve para incitar la venta.
Es todo un espectáculo ver el movimiento de sus brazos, los signos de sus dedos, los gestos de su cara como queriendo decir, ahí está los que han venido a buscar, ahora es la ocasión, ¡quien da más, cómprelo!.
Puede ser que un artículo salga por 20.000€ y que baje hasta los 12.000€ y luego que vaya subiendo hasta los 32.000€, así es de sencillo y complicado al mismo tiempo.
El otro lugar en donde se realiza la puja en "in situ" en donde se encuentra el artículo objeto de la subasta, una furgoneta bien equipada va recorriendo la exposición y los compradores a su alrededor.
En esta ocasión se ha introducido la puja online, por internet, que seguro habrá tenido buena aceptación.
Hay que comentar que para poder pujar, hay que inscribirse, y aportar un depósito de 10.000€ y si el artículo es inferior a los 2.500€ hay un coste por trámites del 10% al que también hay que aplicar el 16% de IVA.
Los alumnos se han quedado sorprendidos, y si al principio parecían como obligados por su asistencia, al final estaban satisfechos y contentos por tener esta oportunidad. A pesar de estar dos horas observando las operaciones mercantiles les ha sabido mal el irse tan pronto así que antes de marcharnos, por su propio interés, hemos dado un paseo por todas las instalaciones viendo parte de los 1.500 artículos que se mostraban en el extenso escampado.
Hoy hemos aprendido cosas nuevas, y seguro que sabremos sacarle el máximo rendimiento a nuestra visita, a ésta clase práctica y actual como la vida misma.
No solo es la venta que se hace en dicha empresa, es la infraestructura que hay a su alrededor, es la logística aplicada para traer la maquinaria, el acondicionarla, el preparar el montaje para la ocasión, los hospedajes para toda la gente que viene de una infinidad de tierras diferentes, los restaurantes en donde tienen que comer y otros menesteres que ofrecen sus servicios a todos los asistentes.
En fín todo un negocio, a tener en cuenta y a estudiar.

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